Los casos de bares y restaurantes que se declaran insumisos de la polémica ley antitabaco -que entró en vigor el pasado 2 de enero- crece cada día, al igual que las inspecciones. En concreto, el primero en recibir la visita de los técnicos de la Conselleria por permitir fumar a sus clientes pese a la prohibición fue el bar Spirit -ubicado en la avenida Valencia de Castellón-, cuyo propietario, Fernando Tejedor, recibió ayer mismo una carta de Sanidad en la que se le notificaba que la sanción impuesta por su osadía asciende a 9.000 euros. Y es que cabe recordar que la normativa contempla multas de entre 6.000 y 600.000 euros.Nada más conocer el contenido de la misiva, el propietario del bar Spirit se mostró «algo sorprendido». «El expediente dice que se me multa por atentar contra la salud de los no fumadores y de los menores de edad, cuando eso no es cierto, pues en la puerta del establecimiento hay un cartel bien visible que explica que este es un establecimiento para fumadores y, además, los menores tienen prohibida la entrada». Por ello, dice, recurrirá la sanción.
Noticia recogida del diario digital "Lasprovincias.es"
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